Los dispositivos de preseñalización de peligro son tan importantes como la gasolina misma en un coche. Estos artilugios son fundamentales en el maletero de todo automovilista porque en caso de emergencia en la carretera, serán nuestros mejores aliados en la comunicación con otros conductores para alertarnos de una potencial incidencia.  

 

Señales a lo largo de la historia  

Ahora nos parece normal ver muchos dispositivos de preseñalización de peligro, sin embargo, no siempre fue así. A principios del siglo XX, cuando empezó en el mundo la irrupción de los vehículos tal y como los conocemos hoy en día, no existían estas señalizaciones por la sencilla razón de que la tecnología avanzó más rápido que las regulaciones. 

En ese sentido, cuando un vehículo tenía una avería en carretera, lo más común era que echara mano de un linterna o luz que le permitiera decirle a otros conductores que estaba en la vía con el coche detenido por un posible problema. En esas épocas también lo común era utilizar banderas, pañuelos u otros elementos visuales que pudieran llamar la atención.   

Durante el final de la década de los años treinta, cuando los automóviles empezaron a ser equipos con luces, éstas empezaron a ser también utilizadas para señalizar una amenaza de peligro en las vías, así, la marca Buick fue el primer fabricante en ofrecer intermitentes instalados de fábrica en su serie Eight de 1939.   

Si hay niebla, humo u otro impedimento visual, es muy común bajar la velocidad y encender luces intermitentes para señalar que ese vehículo está detenido, por detenerse o circulando muy despacio. 

 

Los triángulos como dispositivos de preseñalización de peligro  

En la década de los años cincuenta, comenzaron a verse los primeros triángulos de emergencia como una medida moderna de seguridad vial, ya que estos eran a diferencia de todas las otras señalizaciones, mucho más visibles y “seguros”.  

Así, la adopción de los triángulos de emergencia fue gradual en España y en el mundo. Lo mismo sucedió con su estandarización, la cual fue llevando al uso del modelo más común que conocemos hoy en día de colores amarillos y bordes reflectantes.   

En Europa se fue volviendo muy popular, y ciertos países comenzaron a legislar al respecto para volverlo obligatorio en su uso en caso de emergencia o accidente en autopistas y carreteras, esto durante la década de los setenta y ochenta.  

 

España y el Triángulo de Emergencia  

En España, como se mencionó anteriormente, el uso de los triángulos de emergencia se hizo obligatorio en julio de 1999. Sin embargo, su uso ya era recomendado y cada vez más común desde las décadas anteriores, especialmente a medida que se iba adoptando en otros países europeos y se reconocía su efectividad para mejorar la seguridad vial. 

Los triángulos de emergencia siguen siendo actualmente en España y en casi todo el mundo, los dispositivos de preseñalización de peligro más comunes. En nuestro país la DGT exige que estos artilugios cuenten con una homologación para su uso, además, todos los automovilistas están obligados a usarlos en caso de siniestros en vías. La falta de señalización correcta de un coche averiado es una infracción leve e implica una multa de hasta 80 euros. 

 

Una historia de 25 años que llega a su fin. 

Un cuarto de siglo después de que fuera de carácter obligatorio su uso, los días de los triángulos de emergencia parece que llegan a su fin, y esto básicamente sucederá porque al igual que con los propios automóviles, la tecnología de preseñalizaciones de emergencia avanza como también las políticas de seguridad, y esto último quizá sea la razón principal que orilló a la DGT a buscar un dispositivo más seguro.  

Según datos de la propia Dirección General de Tráfico, en el año 2022 murieron 16 conductores en autovías y autopistas españolas al ser atropellados después de bajarse del coche debido a alguna incidencia con su vehículo, así pues, disminuir las muertes por atropello en autopistas y autovías es otro de los grandes objetivos que se buscan permanentemente con la incursión de nuevas tecnologías y dispositivos.   

A partir del 1 de enero de 2026 en todo territorio español, los triángulos de emergencia serán sustituidos por la baliza v-16, un aparato tecnológico que ha demostrado ser, con diferencia, el más seguro jamás creado.  

 

La nueva era llega con las balizas V-16   

Quien asegura que la tecnología simplifica la vida, está en lo cierto, ahora, si la simplifica y además la hace más segura, esto la hace imprescindible.  

La baliza V-16 será desde ya el uso común moderno en cuanto a dispositivos de señalización de emergencia en autovías y carreteras en general. Entre las muchas cualidades que poseen, sin duda alguna destacan que son súper seguras, ya que, para usarlas y alertar a otros conductores, no es necesario que descender del carro, basta con bajar la ventanilla y colocar la baliza en el techo del automóvil para que la luz comience a emitir la señal de emergencia.  

Además, estos nuevos dispositivos están conectados a la DGT 3.0 la plataforma que funge como punto de encuentro donde los involucrados en el ecosistema de movilidad encuentran información única, gratuita y veraz en tiempo real sobre lo que está sucediendo en las carreteras y vías urbanas de España.  

 Más pronto que tarde, las balizas comenzarán a verse cada vez más y más como el dispositivo de emergencia por excelencia para los conductores españoles.