En situaciones apremiantes en carretera, la luz de emergencia se ha convertido en un elemento crucial para garantizar la seguridad tanto del conductor como del resto de los usuarios viales. Sin embargo, en el mercado existe una amplia variedad de dispositivos, algunos homologados y otros genéricos, que prometen cumplir la misma función. Pero ¿realmente son equivalentes? ¿Qué riesgos implica confiar en un dispositivo no homologado?
Exploramos en detalle las diferencias entre una luz de emergencia homologada y los dispositivos genéricos, para ayudarte a tomar una decisión informada y segura. Además, analizamos por qué elegir un producto homologado.
¿Qué es una luz de emergencia?
Una luz de emergencia es un dispositivo luminoso diseñado para señalizar la presencia de un vehículo detenido en la vía por una avería o situación de emergencia. Su objetivo es hacer visible al vehículo desde una distancia considerable, especialmente en condiciones de baja visibilidad o durante la noche.
Desde la entrada en vigor de la nueva normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) en varios países europeos, se ha vuelto obligatorio sustituir los tradicionales triángulos por luces de emergencia V-16 homologadas, que aportan mayor seguridad al no requerir que el conductor baje del vehículo para colocarlas.
En nuestro país esto será obligatorio para todos a partir del 1 de enero de 2026.
¿Qué significa que una luz de emergencia sea homologada?
Una luz de emergencia homologada es aquella que ha sido sometida a pruebas técnicas rigurosas y cumple con los requisitos establecidos por la legislación vigente. En el caso de España, por ejemplo, la homologación la otorga la Dirección General de Tráfico (DGT) bajo la normativa V-16.
- Los aspectos que se evalúan durante el proceso de homologación incluyen:
- Intensidad lumínica adecuada (visibilidad de 360° y hasta 1 km de distancia).
- Frecuencia de destello regulada (para evitar confusiones con otros dispositivos).
- Resistencia a condiciones climáticas extremas (lluvia, polvo, calor, frío).
- Duración mínima de la batería.
- Sistema de geolocalización (obligatorio a partir de 2026 en muchos países europeos).
Estos estándares garantizan que el dispositivo funcione correctamente en los momentos más críticos, algo que los dispositivos genéricos no siempre pueden asegurar.
¿Qué son los dispositivos genéricos?
Los dispositivos genéricos son aquellas luces de emergencia que no cuentan con una certificación oficial de homologación, pero que suelen encontrarse fácilmente en tiendas online, bazares o marketplaces a precios considerablemente bajos.
Aunque puedan parecer similares en apariencia, estos productos no han pasado por los ensayos técnicos que aseguren su fiabilidad en situaciones reales de emergencia. Esto significa que podrían:
- No ser visibles a la distancia necesaria.
- Tener una intensidad de luz insuficiente o mal regulada.
- Fallar bajo lluvia intensa o bajas temperaturas.
- Apagarse antes de tiempo por baterías de baja calidad.
- No ser compatibles con futuras normativas de conectividad (como el envío automático de la ubicación del vehículo).
¿Por qué elegir una luz de emergencia homologada?
Elegir una luz de emergencia homologada, como las ofrecidas por Hella, es apostar por la tranquilidad. Estas luces no solo cumplen con todas las regulaciones legales, sino que también han sido desarrolladas con tecnología de vanguardia para ofrecer máxima visibilidad, durabilidad y funcionalidad.
Además, con la evolución de la normativa hacia dispositivos conectados, una luz de emergencia homologada con sistema de geolocalización puede enviar automáticamente tu ubicación a los servicios de emergencia o a la DGT, reduciendo el tiempo de respuesta y mejorando la seguridad en carretera..
Riesgos de usar dispositivos genéricos
Aunque los dispositivos genéricos puedan parecer una opción económica, su uso puede suponer graves riesgos:
Multas: Usar una luz no homologada puede acarrear sanciones económicas por incumplimiento de la normativa vial.
Fallas técnicas: Una luz que se apaga sin previo aviso o que no es visible en condiciones adversas puede aumentar el riesgo de accidentes.
Falsa sensación de seguridad: Confiar en un producto que no ha sido probado puede generar una falsa percepción de protección.
Incompatibilidad futura: Muchos dispositivos genéricos no están preparados para las próximas exigencias de conectividad vial.
La luz de emergencia no es un simple accesorio; es un elemento fundamental para la seguridad vial. En momentos de crisis, la diferencia entre un dispositivo fiable y uno genérico puede ser cuestión de segundos… y de vidas.
Optar por una luz de emergencia homologada es asegurar tu protección, la de tus acompañantes y la de los demás conductores. En Hella, estamos comprometidos con tu seguridad, por eso te ofrecemos soluciones homologadas, confiables y alineadas con las normativas más exigentes.